martes, 22 de septiembre de 2009
Nada por la patria. (38)
Se ha recordado mucho, en este vigésimo aniversario mal conmemorado del retorno del president Tarradellas, su "Ja sóc aquí!". Se ha destacado menos la invocación que precedía este triunfal grito autoafirmativo, y sin embargo es a mi juicio lo más importante: "Ciutadans de Catalunya¡" No el "Catalans¡" de Macià, que a fin de cuentas se parecía demasiado al "Españoles¡" de infausto recuerdo que había de seguirle, sino "Ciutadans de Catalunya".
Es decir: una concepción laica, administrativa, adjetiva, legal de la condición de catalán. No tengo empacho ninguno en decir que se la he copiado acaso con cierta abusiva y tendenciosa modificación de su alcance: ser catalán es estar empadronado en algún municipio de Cataluña. Así de sencillo, así de poco metafísico. Si la concepción tarradellista de lo catalán hubiese prosperado, otro gallo nos cantara en este momento.
¿Puede extrañarle a alguien que el homenaje oficial a Tarradellas haya sido tan torticero y mezquino?
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