martes, 15 de septiembre de 2009

Nada por la patria. (28)


De todos modos, la extensión del artículo principal en el periódico le permitió al cronista un estilo más demorado que la brevedad de la columna imposibilitaba. Además, tenía ganas de volver a escribir también en castellano y mostrar que el nacionalismo español era tan indeseable como el catalán o el letón. Y de preconizar el mestizaje, el bilingüismo, el cosmopolitismo y todas esas cosas que los nazis, los fascistas, los nacionalistas todos, los estalinistas y los suqueropujolistas que cierran cantando Els Segadors los mítines presuntamente comunistas aborrecen tanto si lo dicen como si no, y si no es que son tontos, servidores voluntarios o inconscientes de los ricos de siempre y la sangre eterna de Guifré el Pilós, ya ustedes saben.

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