miércoles, 16 de septiembre de 2009

Nada por la patria. (29)


Además de haber publicado en 1973 "De Tono a Perich", su primer libro de investigación periodística, hecho con una beca de estudios sociales de la Fundación March que está seguro de haber obtenido porque en el jurado estaba un falangista bueno llamdo Julio Manegat, el cronista tuvo el triste honor de escribir el último texto sobre Perich con Perich vivo: el cartoncillo de la que ni uno ni otro suponían que iba a ser la última exposición del humorista, en el Col-legi de Periodistes de Catalunya.
-Me gustaría -decía Perich- que pudieras decir que soy de los pocos dibujantes españoles que han seguido padeciendo la censura franquista una vez muerto Franco. De cada cuatro chistes uno me lo ocmo con patatas y a dos no los reconoce ni su padre, que soy yo. Es cansadísimo. Pero claro, Pastecca, eso no lo puedes decir en el texto de la exposición, porque a ti te pasa lo mismo y aunque a mí se me da una higa que te juegues tus garbanzos me jodería la hostia que te jugaras los míos.
El textero trató de decirlo, pero de modo tan sibilino que no se enteró nadie. ¿Cómo escribir un texto diciendo cosas que entiendan los lectores sin que las entiendan el censor o el aludido? Aunque parezca mentira, esa cuadratura del círculo la intentaron una vez y otra, durante el franquismo de Francisco Franco, un número indeterminado pero abundante de escritores, periodistas y dibujantes. Algunos dicen que alguna vez lo lograron. Pero es probable que tomen sus deseos por realidades.

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