jueves, 22 de octubre de 2009
¿Por qué llaman género al sexo? (III)
Jesús Royo en La Voz Libre.
El 'sexolingüismo', vamos a llamarlo así, pretende que el masculino sólo deba usarse para el sexo masculino, no para el 'término genérico', que incluye a machos y hembras. Eso significaría que el sexo es obligatorio: si existe un femenino que indica sexo femenino, el masculino sólo puede referirse al sexo masculino y no al grupo que incluye ambos sexos.
Es decir, si existen 'las vascas', que se refieren a las hembras, entonces 'los vascos' sólo puede referirse a 'los vascos varones': ergo, para referirse a 'las personas vascas' deberemos decir, tal como decía Ibarretxe, "vascas y vascos".
Eso implica que deja de existir el significado 'genérico': sólo nos podemos referir a machos o hembras, no al conjunto. Si queremos hablar del conjunto de los dos sexos, debemos sumarlos: vascos y vascas. De repente, dejamos de tener en la lengua todo un grupo importantísimo de significados, los 'términos genéricos' en que no se contempla la 'marca de sexo'. Perderemos los significados de, por ejemplo, 'obreros, paisanos, profesores, conductores, perros, ciudadanos, políticos, enfermos, padres...' y deberemos sustituirlos por 'obreros y obreras, paisanos y paisanas, profesores y profesoras, conductores y conductoras, perros y perras, padres y madres, etcétera'. ¿Ustedes creen que es defendible una tesis semejante? Pues los 'sexolingüistas' la defienden, porque si no, dicen, sería un sexismo intolerable. A mí, señores, se me escapa la razón de que eso sea sexismo y de que sea intolerable. ¿No creen que, en todo caso, es más sexista la postura que decreta el sexo obligatorio para el masculino, o sea que si hablamos de 'los perros' sólo podamos entenderlo como 'los perros machos'?
Tenemos un caso en el que usamos el femenino en vez del caso, digamos, 'neutro': en las expresiones 'despedirse a la francesa', 'habas a la catalana', ¿resulta ofensivo referirse a un hombre -varón- como que viste 'a la italiana'? Y puestos a que resulte ofensivo, ¿no creen que es una ofensa para los varones que nuestro sexo quede ambiguo, que sea prescindible, que haya que explicitarlo, mientras el sexo femenino siempre se da por supuesto? Señores -y aquí incluyo a las señoras, claro-: esto no tiene pies ni cabeza.
Pero hay más. Hay algunas palabras en que el sexo sí es obligatorio: no admiten el significado 'sin sexo' o 'con ambos sexos'. Es el caso obvio de 'varón-hembra', pero también el de 'dama-caballero': para referirnos al conjunto sólo podemos decir 'damas y caballeros'. Los 'caballeros' siempre son machos. Igual que la palabra 'marido'. Pues bien, los 'sexolingüistas' pretenden que todas las palabras susceptibles de tener sexo, como 'niños', sean como 'damas y caballeros', con el sexo incorporado y siempre presente.
Todo este pleito es inventado, basado en una ofensa inexistente. Es un error decir 'obreros y obreras', porque 'obreros' ya incluye a 'obreras': sería como decir 'muebles y sillas'. Si queremos despejar la ambigüedad de 'obreros' diremos 'los obreros varones' o 'los obreros, varones y hembras'. Eso, cuando el contexto no lo deje suficientemente claro, que casi siempre lo está.
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