Jesús Royo Arpón en La Voz Libre.
Lo digo, evidentemente, para provocar. Quien haya seguido mis artículos, sabrá que lo de ser más o muy español, o catalán, o lo que sea, es una expresión que me la trae al pairo, que no me dice nada, que para mí no tiene sentido, vamos, que me cuesta entenderla. No entiendo que Pujol sea más catalán que yo, por ejemplo, o que los toros sean más españoles que el fútbol. Me remito pues, como marco conceptual, a lo que apunté en 'se es o no se es, no mucho o poco', en esta columna el 11 de noviembre pasado. Pero supongamos, como un juego, que sí, que hay un ránking de regiones más y menos españolas. En este artículo y en el próximo pretendo dar razones de que, contra la opinión común, Cataluña es una región muy española, si no la que más. Aunque al cabo, todo sea hablar por hablar, o hablar por no callar.
Las primeras tierras que se llamaron España -palabra fenicia- fueron las del litoral mediterráneo y aparece ya en textos ugaríticos de hace más de tres mil años. Se duda sobre su significado, 'tierra de conejos' o 'tierra de metales'. Pero era una denominación geográfica. España adquiere entidad política como provincia de Roma -en realidad dos provincias, al principio-. Los romanos, vencedores en las guerras púnicas, adoptaron el nombre que le daban los cartagineses vencidos, Hispania. La actual Cataluña siempre fue parte de la Hispania romana, desde su desembarco el 218 a.C. en Empúries. Tarragona fue su capital principal durante seiscientos años. Pero la conquista romana no se coronó hasta Augusto. Tarragona y todo el litoral mediterráneo hasta Córdoba -la otra capital inicial de Hispania- fue España durante un promedio de 100 años antes que el resto.
Al caer el Imperio, España pasa a ser una entidad independiente. En tiempo de los godos, Barcelona creció en importancia y llegó a ser capital del reino, antes de serlo definitivamente Toledo. Con la invasión árabe, el reino visigodo desaparece. La antigua Hispania pasa a ser sólo un recuerdo. Pero un recuerdo persistente, que legitima la larga guerra de recuperación. La Reconquista se hizo para recuperar la legitimidad del reino visigodo. La guerra se llevó a cabo 'per Déu e per Espanya', dice el rey Jaime I. Barcelona fue reconquistada en 801, noventa años después de la invasión árabe. Mientras la mayor parte de la península era Al Andalus, Barcelona ya volvía a ser España. Toledo fue recuperada casi trescientos años más tarde. La ventaja de Barcelona sobre el resto peninsular en cuanto a 'españolidad' es de 350 años como media.
Resumiendo: somos españoles desde el 218 antes de Cristo, con una interrupción de noventa años, 2.138 años en total. Contado en años, Cataluña -o al menos, Barcelona- es la región más española. Somos 450 años más españoles que la media. El resto de España, o empezó a serlo más tarde, o dejó de serlo más tiempo.
domingo, 31 de enero de 2010
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