Jesús Royo en La Voz Libre
¿Por qué razón, al llegar a un determinado nivel social, la presión normalizadora se relaja? El gran colegio privado de La Garriga, el SEK, inaugurado el curso 95-96, anuncia que la enseñanza en la escuela se dará en la lengua del alumno. O sea, según las tesis de la satánica CADECA. En general, parece que en las escuelas privadas no se practica aquella inmersión tan cruda de la escuela pública. ¿Por qué?
¿Por qué algunos burgueses de Barcelona envían los hijos a hacer cursos fuera de Cataluña para mejorar su dominio del castellano? Evidentemente, un director de empresa no puede exhibir un castellano vacilante. No puede ir diciendo “Cuántas en quiere”.
Realmente, aquellas escuelas públicas de hace quince años, donde no se oía ni pío en catalán, no se parecen nada a las escuelas de ahora. ¿O quizá sí se parecen? ¡A lo mejor lo único que ha cambiado es la lengua! Antes estaban aquellos maestros castellanos, altivos, que ignoraban el catalán de los niños. Ahora hay un maestro catalán, que ignora olímpicamente el castellano de los niños. Antes, el maestro podía ser catalanohablante fuera de la escuela. Ahora, muchas veces el maestro es castellanohablante. Aquel maestro tenía mentalidad de funcionario y una cierta idea nacional de España. Este maestro de ahora tiene la misma mentalidad de funcionario y una idea nacional catalana calcada de la anterior. No hemos cambiado mucho, quizá sólo hemos cambiado las etiquetas: nos hemos “reciclado”.
El profesor Mosterín se pregunta qué derecho tiene el poder público a imponer al ciudadano la lengua en que quiere aprender. Y propone como normalización verdadera que todo el mundo pueda ir a la escuela en la lengua que le dé la gana: catalán, castellano, inglés, árabe. ¿Y por qué no? Pregunto.
sábado, 15 de agosto de 2009
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