viernes, 14 de septiembre de 2012
La seña de identidad de los españoles
No es difícil imaginar qué hubiera ocurrido si la Constitución hubiera atribuido al castellano una cuarta parte de los atributos de las lenguas minoritarias, si se hubiera asegurado que es la custodia de las esencias de la nación, la expresión del genio colectivo, la seña de identidad de los españoles o la lengua que cohesiona la nación. Habrían llovido las críticas al españolismo rancio y se habría clamado contra la voluntad de resucitar la lengua imperial entre pitos y cuchufletas. Pero cuando se trata de proclamas de los nacionalismos periféricos, las consignas patrióticas pasan por ser nobles discursos de defensa de las minorías y preservación del patrimonio cultural.
Lenguas en guerra, IRENE LOZANO.
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