Yo creo que el problema no es el catalán. El catalán es una de mis dos lenguas y es un orgullo para mí que así sea. El problema es el uso perverso que se hace del catalán, la pedagogía del odio que se practica usando como herramienta una de mis dos lenguas. Me viene a la cabeza un ejemplo. Hace unos años la televisión autonómica catalana emitió una serie titulada "Els Lacets". En ella dos tribus prehistóricas "catalanas" (una donde lo importante es trabajar "el seny" y otra en lo que lo importante es divertirse "la rauxa") viven cerca del río Llòbrec (¿Llobregat?) a los pies de la montaña sagrada (supestamente Monserrat)... son felices aunque no se entienden... pronto sin embargo tendrán que hacerlo porque de más allá de los Monts Negres (¿monegros?) llegará una terrible tribu llamada Barbarita que pretende invadirlos y subyugarlos... estos barbaritas van montados en toros y tienen una pinta de gorila idiota muy terrible y en clara contraposición con los bellos lacets...
Con la crisis no me extrañaría que volviesen emitir esta serie infantil que consigue inquistar en nuestros niños el odio a todo lo que huela a español.
jueves, 4 de octubre de 2012
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